martes, 5 de febrero de 2013

La química del amor



Como se sabe, los estados de ánimo de cualquier persona están marcados principalmente por las sustancias químicas que el cerebro emite ante los distintos estímulos que recibe. Algunas de estas sustancias químicas son especialmente interesantes para cualquier padre, ya que pueden ayudar a fortalecer la relación especial con su hijo.
Diversos estudios muestran que una de las más importantes de estas sustancias es la oxitocina. La oxitocina es una hormona presente en situaciones de relación con aquellos con los que sentimos lazos y su segregación puede hacer que tú y tu bebé simplemente os sintáis bien, reforzando la sensación de cercanía entre ambos. Incluso en las madres puede aumentar la producción de leche materna.
El contacto con tu bebé de piel a piel, y en concreto la práctica de masaje al bebé, puede aumentar los niveles de oxitocina en el bebé… y en los padres.
Uno de los principales beneficios del masaje del bebé es reducir los niveles de estrés. Una de las causas es la reducción de una sustancia llamada cortisol. El cortisol puede aumentar cuando estamos bajo estrés, pero el masaje diario en los bebés ha demostrado que puede disminuir sus niveles de cortisol. El masaje del bebé puede ser una forma positiva para que ambos, padres y bebé, puedas eliminar el estrés.
Al masajear a tu bebé le estas ayudando a mantenerlo calmado y contento. Esto le ayudará a ajustar su respiración, siendo menos agitada, dormir mejor… y en definitiva ayudar a tu bebé a estar más tranquilo y contento.
Esta práctica con tu bebé puedes alternarla siempre con una pequeña rutina para el padre, que puede incluir ejercicios suaves de tipo yoga o estiramientos, que sin duda mejoraran también vuestra química del amor.

jueves, 31 de enero de 2013

Llanto por cólico del lactante


La palabra cólico que significa dolor no siempre se utiliza de manera correcta. Hay muchos bebés que tras la toma sufren de dolor abdominal y esto les hace llorar, aunque por cólico del lactante se entiende de aquellas molestias del intestino en forma de espasmos, que normalmente aparecen a partir de la segunda o tercera semana y duran hasta aproximadamente los tres o cuatro meses de edad. Estas molestias se caracterizan porque se repiten a diario en el lactante y casi siempre a la misma hora, durante el anochecer, llegando a persistir durante horas en el bebé. En estos casos, el niño adopta una forma especial de llanto, muy intenso y que a duras penas se consigue consolar.
Se desconoce la causa de estos cólicos, hasta el punto que las numerosas investigaciones médicas realizadas no han podido demostrar que un llanto persistente después de la toma de la noche, se deba a gases en el abdomen, ni a problemas digestivos. Sin embargo, las abuelas y los padres experimentados conocen de los remedios infalibles como colocar al niño boca abajo, cogido en brazos, mientras se le efectúa un delicado masaje en el abdomen para aliviar el cólico del lactante.
Cuando se realiza como un hábito más de la rutina diaria, el masaje como método relajante para calmar y consolar al bebé puede ser un buena solución , tal y como demuestran numerosos estudios médicos o como nos han enseñado algunas culturas milenarias.
Es curioso cómo este fenómeno no se reproduce en otras culturas donde el bebé siempre está en brazos de la madre o en su espalda, la abuela o de la persona que cuida de él, y se le da de comer a demanda, cuando el bebé lo pide. En estos casos, el niño, aparentemente no sufre de estas molestias.
En nuestra sociedad occidental, desgraciadamente, cada vez resulta más difícil que la madre esté siempre con su hijo y, si se da el caso, en ocasiones es porque la madre está sola y prácticamente todo el cuidado del bebé recae sobre ella.

Fuentes:


martes, 29 de enero de 2013

¿Qué es el masaje a bebés?



El masaje a bebés es una técnica practicada tradicionalmente en muchas zonas del mundo, especialmente en Asia, que en los últimos tiempos se está implantado más y más en occidente, tanto como una solución terapéutica de ciertos problemas del niño, así como una práctica habitual de los padres con numerosos beneficios.
El masaje del bebé puede ser una hermosa manera de llegar a conocer a tu bebé, afianzando y mejorando la sensación de confianza como padre. Ofrece una forma de comunicarse, jugar, dar cuidado y compartir el maravilloso viaje que se emprende con cada nacimiento.
Nunca es demasiado pronto para comenzar el masaje del bebé, siempre y cuando la salud de tu bebé lo permita y se realice de una manera adecuada. En las primeras etapas después del nacimiento, el cuidado debe ser lo primordial y siempre se deben seguir los consejos de una voz experta que nos guie en los pasos a seguir.
Especialmente cuando el bebé tiene poco tiempo, su masaje puede ayudar a ambos en esas primeras semanas de vida, contribuyendo a sentiros más a gusto en vuestra relación y relajados. Esto es especialmente recomendable para aquellos nacimientos que han sido especialmente estresantes: las primeras experiencias de estos bebés ante el tacto sin duda habrán sido muy poco agradables, por lo que el contacto delicado con sus padres se hace muy importante. En cualquier caso, y como siempre con tu bebé, debes consultar con tu pediatra si tienes algún tipo de duda.
En cualquier técnica de masaje abebés, además de realizar la propia rutina, lo más importante es ‘escuchar’ las necesidades y los signos que el bebé emite constantemente. Por ejemplo, los signos que indican que su bebé puede necesitar un cambio de posición o una pausa pueden incluir un bostezo, un estornudo o incluso hipo. Dale a tu bebé su tiempo… realiza todas las pausas que sean necesarias… aprende a comunicar con él… y no dudes en detenerte y continuar en otro momento si ves que el bebé no quiere compartir en ese momento la experiencia.
En definitiva, el masaje puede ayudar a fomentar la relación con tu bebé con la ayuda de todos sus sentidos, como el olfato, el oído… y definitivamente el tacto. Es una manera inmejorable para que ambos os comuniquéis entre sí y para construir ese vínculo especial que permanecerá durante toda vuestras vidas.